México, 11 Oct (Notimex).- Al dar a conocer hoy los eventos culturales que la ciudad de Mérida tiene programadas para el bimestre octubre-noviembre, el alcalde Mauricio Vila se refirió al “Paseo de las ánimas”, evento tradicional y turístico que en 2016 congregó a más de 50 mil personas y se ha convertido en un espectáculo en las fechas de difuntos. 

De acuerdo con la tradición mexicana y, consecuentemente, meridiana, las ánimas vuelven entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre para “saborear” los platillos que sus familiares les han preparado. “Los fieles difuntos arriban a su cita anual con familiares y amigos, para ser honrados después de haber recorrido el camino que una vez se los llevó, pero que ahora los conduce al Hanal Pixán, explicó el edil.

El Hanal pixán, o comida de las ánimas, es una tradición del pueblo maya que se lleva al cabo para recordar de una manera especial a los amigos y parientes que se adelantaron en el viaje eterno. Es algo especial para los deudos, pues saben que en esos días, del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas “reciben permiso” para ir a visitar a sus familiares.

El primer día se dedica a los niños y le llaman U Hanal Palal. El segundo día, 1 de noviembre, está dedicado a los adultos y le llaman U Hanal Nucuch Uinicoob; el tercer día es el U Hanal Pixanoob llamado en algunos lugares misa pixán, porque ese día, se aplica una misa dedicada a las ánimas, por lo general en el cementerio de la población.

Se acostumbra, principalmente en el interior del Estado, que los niños usen durante esos días una cinta de color rojo o negro en la muñeca derecha, a fin de que las ánimas no se los lleven. También se acostumbra amarrar a los animales de la casa, porque podrían ver a las ánimas e impedirles el paso hacia el altar, de acuerdo con la cosmovisión local.

La tradición incluye, subrayó el presidente municipal, varios ritos, pero el principal es poner una mesa que funciona como altar, donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo, mucbipollos, jícamas, mandarinas, naranjas, dulce de papaya, coco y pepita, todo adornado con veladoras, flores, ramas de ruda y la fotografía de la persona fallecida.

Dijo que las ofrendas para niños difuntos se colocan en un altar decorado con un mantel bordado en tonos alegres, juguetes y comida de su preferencia, como chocolate, tamales, dulces, frutas de la temporada, atole nuevo y yuca con miel, y todo se adorna con flores de xpujuc (de tipo silvestre y color amarillo), xtés en color rojo y virginias, todas olorosas.

El día de los niños se pondrá, además de los alimentos y los dulces, juguetes. El segundo y tercer día se ponen en la mesa comidas y bebidas, así como aguardiente y cigarros si es que los muertos que se recuerdan acostumbraban comer determinados guisos, beber o fumar. “Como se ve, el principal elemento de este ritual son los alimentos muchos con nombres maya”.

Ejemplo de lo anterior es el Pib, asado o cocido bajo la tierra. También se le llama así a una especie de tamal grande cocido bajo la tierra, que también se denomina pibipollo o mucbipollo, pero estos dos últimos términos tienen la palabra española pollo; Chachac wajes es una especie de tamal colorado y su nombre significa pan muy rojo, debido al achiote con que se prepara.

Chilmole es un guisado hecho con chile quemado, carne, tomate y otras legumbres. El término es de origen náhuatl, ya que chil es chile y mole es salsa, caldo o guiso; salbut es una tortilla a la que se le pone debajo del ollejo carne y luego se fríe para comer. El nombre está formado por Sal: ligero, y But: embutir, es decir, ligeramente embutido.

El Hanal Pixán o Comida de Almas es un periodo en el que se celebra en Yucatán la memoria de los difuntos, en la que se ofrenda comida y bebidas a las ánimas de los fieles difuntos, en una mezcla de elementos mayas y cristianos. En el Yucatán moderno, la principal característica del Hanal Pixán, y por la que se le conoce fuera del Estado es la elaboración del mucbipollo.

Mérida, abundó Mauricio Vila, está ante los ojos del mundo al realizar el Paseo de las Ánimas, evento tradicional y turístico que en 2016 congregó a más de 50 mil personas y se ha convertido en un espectáculo en las fechas de difuntos. Para mayor disfrute de meridanos y visitantes, el paseo realiza su derrotero desde el Cementerio General hasta el Arco de San Juan

Este año, expresó, contará con una variedad de atractivos para el turismo local, nacional e internacional. Entre las actividades, además de la exposición de altares de difuntos, típicos de Yucatán, se podrá disfrutar una muestra gastronómica regional, una ceremonia maya, cuentos y leyendas, el ceremonial desfile y vaquería de las ánimas. La procesión de las ánimas está conformada por jóvenes y niños caracterizados como difuntos.

Ataviados con el traje típico yucateco, el público disfruta en familia este ceremonial desfile al tiempo que aprecia la exposición de altares tradicionales montados con los elementos básicos que la cultura maya utiliza, como las velas negras o de colores, dulces y bebidas de la región, así como flores y cruces representativas de todo el Estado de Yucatán.

Respecto a los alimentos, cabe abundar que la Comida de Almas, de hondas raíces prehispánicas, la celebración del Hanal Pixán, es una práctica muy arraigada en todas las poblaciones del estado de Yucatán y se lleva a cabo del 31 de octubre al 2 de noviembre de cada año y constituye un reencuentro entre los seres vivos y sus seres queridos que se han adelantado en su viaje al más allá. Este año las visitas guiadas serán en español e inglés.

NTX/JCC/MCV


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